Fundador

Dr. Alfredo Romero Dávalos

Médico cardilógo de profesión, extraordinario ser humano que ha pasado toda su vida trabajando por la salud, promoviendo centros nacionales de salud, programas académicos de apoyo a la formación de los profesionales médicos jóvenes, apoyando personalmente a muchos profesionales médicos para su desarrollo, Fundador y Director General de Clínica Incor desde hace más de tres décadas.

Su destacada y reconocida trayectoria profesional comienza el año 1965, en su época de estudiante, cuando obtiene la Medalla de Oro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tucumán, en Argentina, por alcanzar el promedio de calificaciones más alto de su promoción. Posteriormente, realizo su especialización en Cardiología como residente (en el Servicio) del (Doctor) Prof. Luís Decourt del Hospital de Clínica de Sao Paulo en Brasil, en esos tiempos, el mejor centro de América Latina en la formación cardiológica. Como resultado de su dedicación y excelente trabajo, al concluir el curso de Cardiología, fue invitado por el profesor Decourt, a permanecer en el Hospital de San Pablo. Estadía que duró hasta finales del año 1968, tiempo que además de su labor profesional, se dedicó a ser instructor en cardiología de médicos jóvenes, que después se han convertido en destacados cardiólogos, en varios países del mundo.»

Desde sus años como estudiante hasta hoy, el Dr. Alfredo Romero siempre ha expresado la firme convicción de que la salud es un derecho y no un privilegio, bases que actualmente rigen la actividad en Clínica Incor.

«Es en ese mismo año que decide retornar a Bolivia, para poner en práctica sus conocimientos en su país natal. Entre 1969 y 1975 se desempeño como Jefe de la Clínica Cardiológica y como Director del Instituto Nacional del Tórax en la ciudad de La Paz, su desempeño permitió convertir a este último en un centro referente de la especialidad cardiológica, a nivel nacional.

Durante esos mismos años, algunos de sus maestros y compañeros formados en el Hospital de Clínicas de Sao Paulo, habían logrado formar una nueva institución dedicada únicamente a los enfermos cardiovasculares, identificada con las siglas INCOR. Institución dependiente de la Universidad de Sao Paulo, dirigida por los profesores Zerbini y Decourt.

Inspirado en esta iniciativa, y principalmente leal con su compromiso con Bolivia, decide en marzo de 1975, formar el Centro Cardio–Torácico, en Santa Cruz de la Sierra, como una respuesta a la importante necesidad de atención específica en esta especial. En 1978 incorpora a este centro la primera unidad coronaria de Santa Cruz. Y es en 1981 cuando decida transformar su emprendimiento en el Instituto del Corazón, con las siglas INCOR, en honor a sus destacados profesores y colegas.»